No es secreto para nadie que el dinero es necesario para casi todas nuestras actividades y ámbitos de la vida. También lo es para alcanzar metas materiales, llámese una casa, un vehículo, pagar la colegiatura, entre muchas otras.
Es por ello que se debe prestar especial atención a la relación que se tiene con el dinero, una relación que en la mayoría de las ocasiones nadie nos enseña cómo cultivarla.
Por tal razón, constantemente nos quejamos de lo difícil que puede ser conseguirlo, de la falta que nos hace e incluso de lo poco que nos interesa.
Tal vez estas creencias son las que nos limitan a ganarlo y luego administrarlo lo mejor posible con base en nuestras necesidades, conocimiento y experiencia.
Se hace necesario resaltar el significado de la palabra “hábito”, que hace referencia a todo aquello que cuando se realiza de una manera repetida se adopta como costumbre y que, con el tiempo, se torna una actividad que no requiere el mayor esfuerzo.
En este sentido, se trata de adquirir hábitos o costumbres financieras saludables que, como la definición indica, con el tiempo ayudarán en nuestra relación con el dinero. A continuación describimos algunos de estos hábitos:
*ANUNCIOMantente dentro de tus posibilidades
Esto hace referencia a que se debe vivir y gastar dentro de lo que dicta el presupuesto. Se trata de la base de una vida financiera sana.
Hacer de la planificación del presupuesto mensual un hábito nos va a evitar un montón de problemas relacionados al dinero. Seremos conscientes de en qué estamos gastando y cómo lo estamos gastando, evitaremos adquirir cosas innecesariamente.
El presupuesto hace posible que seamos nosotros los que tomemos el control y decidamos sobre el dinero, y no que el dinero decida por nosotros.
Ten un colchón financiero
Nunca estamos exentos de sufrir algún percance, ya sea a nivel personal o familiar, un despido temporal del trabajo, un accidente de tráfico, etc.
Se dice que mejor es prevenir que lamentar, y partiendo de esta premisa deberíamos prepararnos de manera que, si se presenta un impacto financiero grave, podamos afrontarlo teniendo una red de seguridad como ahorro, seguros o familia.
Ahorra dinero con el objetivo de invertirlo
De manera habitual nuestro ingreso está relacionado directamente con el tiempo dedicado a la realización de un determinado trabajo, básicamente cambiamos nuestras horas de trabajo por dinero, lo que llamamos salario.
Si no hacemos nada más, muy difícilmente podríamos lograr nuestra independencia financiera.
Lo ideal es apartar mensualmente una pequeña cantidad del dinero ganado, para que en un mediano o largo plazo lo que hayamos reunido nos genere más dinero, invirtiéndolo y obteniendo ingresos pasivos de esa inversión.
Para invertir es necesario lograr un capital inicial. No te desanimes si al principio es muy poca la cantidad de dinero que logras reunir mensualmente; del éxito al fracaso hay un solo paso y es el hábito, la constancia y la determinación.
Si llevamos a cabo lo antes mencionado y logramos el capital inicial, tendremos la satisfacción de empezar a ver los frutos de nuestro esfuerzo, poner al dinero a trabajar para nosotros.
Elimina malas deudas y evita caer en estas
Otro hábito a cultivar es priorizar el pago de las deudas, tenerlas nos incrementa la cantidad de gastos mensuales, además que no nos genera ingresos.
La meta es no tener deudas, pero si se contraen para adquirir activos o para educación puedes pedir créditos pequeños online en tan solo 5 minutos, los cuales son razonables.
Lo ideal es evitar las deudas malas pero ya las has contraído, debes establecer un plan para deshacerte de las mismas a corto plazo, agregándolas como gasto en tu presupuesto mensual.
Edúcate
Son diversos los hábitos que vas a adquirir si emprendes el camino de educarte para entender sobre finanzas. Además que conocer acerca del vocabulario y las reglas del juego financiero van a permitirte alcanzar el éxito.
Establece el hábito de la lectura, existen muchos libros que tratan sobre estos temas. También asiste a seminarios, conferencias, mira documentales y emplea la terminología utilizada.
Todo esto va a evitar que te dejes guiar por la opinión de otros con respecto a las inversiones porque, si no das con las personas adecuadas, puedes empeorar tu situación financiera.
Adquirir educación financiera te permitirá entender cómo utilizar el dinero, generar ingresos pasivos y discernir entre los consejos que te benefician financieramente de los que no.
Paciencia
Más que un hábito es una virtud que se debe cultivar a diario, conseguir una relación sana con el dinero toma su tiempo y requiere de esfuerzo.
Es por ello que se debe tener paciencia, para saber esperar a que los esfuerzos generen frutos y el dinero llegue en mayor cantidad de la que sale.
Imita modelos saludables
Hace referencia a que debemos aprender del que sabe y tiene resultados; es decir, del que es financieramente exitoso.
Este punto está estrechamente relacionado con la educación financiera, ya que muchas personas exitosas en este ámbito han plasmado sus testimonios en libros, blogs y otras plataformas.
Tales herramientas te permitirán conocer cómo lo han logrado y qué puedes hacer para imitarlos. Busca e investiga sobre el que sabe, conoce, tiene resultados, pero sobre todo, sobre quien es honesto.
Asume responsablemente
Ser responsables se trata de encarar las situaciones que se nos presentan. Si tienes deudas, cancélalas. También supone entender que somos los únicos responsables de nuestros errores y decisiones.
Asumir de forma responsable se refiere a aprender de nuestros errores y tomarlos como oportunidades de crecimiento y de replanteamiento de nuestras estrategias, para mejorar nuestra relación con el dinero.
Esa búsqueda de libertad financiera que actualmente es tan sonada debe ir acompañada de un cambio en nuestras creencias sobre el dinero. Debemos educarnos pero, sobre todo, nos ayudará poner en práctica lo que a los exitosos le funciona. Esto va a permitir que nuestros hábitos financieros se tornen muy saludables.